El género es de color marrón oscuro, parduzco, con tonalidades verdosas, amarillentas y negras; de forma ovalada, no mayor de unos 2 cm (hay alguna especie “gigante”). Su importancia ecológica es clara pues al ser grandes depredadores son excelente controladores de plagas como el mosquito (al ser fanático de sus larvas, siendo excelente control de mosquitos vectores del dengue y fiebre amarilla por ejemplo) y ciertos caracoles, vectores de enfermedades de importancia sanitaria como la esquistosomiasis.
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